Vino y chocolate

Aunque puede llegar a parecer una mezcla extraña y explosiva, lo cierto es que tomar vino y chocolate no deja a nadie indiferente. Como los mayores productores de vino sabemos que estos dos productos que en un principio puede que no encajen bien, nada más lejos de la realidad. Solamente hay que saber cómo acertar.

Combinaciones de chocolate y vino

Se dice que el chocolate ayuda a reducir el colesterol y que reduce la ansiedad al actuar como un perfecto antidepresivo natural. Se trata de un producto muy sano al ser rico en flavonoides que son los encargados de actuar como antioxidantes en el organismo previniendo el envejecimiento de las células. De hecho, se utiliza para terapias cuyo objetivo es mejorar la piel y ayudar en el estado de ánimo. Esta capacidad antioxidante es lo que comparte con el vino.

En el momento de maridar el vino y el chocolate hay que tener presente la intensidad de cada uno de ellos. No es aconsejable usar un vino con mucho sabor y cuerpo junto con un chocolate que sea muy suave, ya que, en este caso, el vino va a tapar al chocolate en lugar de potenciarlo que es lo que se pretende. Con un chocolate suave en el que haya una gran cantidad de leche o un porcentaje de cacao menor de lo normal, lo más correcto es usar un vino joven en el que la fruta se pueda percibir bien. En cambio, un chocolate intenso y con una elevada presencia de cacao va a pedir un vino de mayor estructura, crianza y con más cuerpo. Cuanto más fuerte y amargo sea el chocolate, más cuerpo va a necesitar el vino con el que se va a maridar.