¿Qué es la vinificación?
La vinificación de vinos tintos es un proceso por el que la uva se convierte en vino. Dicho proceso va a variar dependiendo del lugar en el que se lleve a cabo, del tipo de caldo que se busque o de las tradiciones a seguir a la hora de la elaboración. Pero todos los buenos vinos, sean rosados, blancos o tintos responden a unos patrones generales en el momento de elaborarse.
Procesos de la vinificación
La fermentación alcohólica es el proceso más determinante e importante a la hora de elaborar un vino. Esta se lleva a cabo gracias a las levaduras que no son más que unos hongos que se encuentran en la superficie de los viñedos y en otros muchos lugares, y que trabajan como agentes de la fermentación.
Una vez se ha realizado este proceso, se lleva a cabo el prensado y liberado del caldo en las cubas para que los hongos comiencen a alimentarse del azúcar procedente del zumo. Como seres vivos que en realidad son, desechan numerosas sustancias, sobre todo alcohol y gas. La fermentación se da por finalizada cuando los hongos se han comido todo el azúcar que hay en el mosto, aunque en realidad siempre quedará una pequeña parte a la que se conoce como azúcar residual.
La parte humana, también fundamental, se reduce en vigilar el control de la temperatura y la densidad. Esta última indica la cantidad que queda en el vino de azúcar. El de la temperatura indica el final de la fermentación. Cuando existe un aumento de la misma, se está señalando la muerte de todos los hongos al no contar estos ya con azúcar. Todos estos procesos van a variar dependiendo del vino que se elabore.