Descubriendo el arte del ensamblaje en la creación del champán
El ensamblaje es mucho más que una simple mezcla; es un arte refinado que usan los mayores productores de vino. Se trata de una técnica que ofrece como resultado la culminación de una cuidadosa selección y armonización de vinos base, provenientes no solo de distintas variedades de uvas, sino también de parcelas específicas.
La magia de esta etapa radica en la habilidad de los enólogos para orquestar una sinfonía de sabores y aromas, fusionando con destreza las distintivas personalidades del Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier para dar vida a la bebida efervescente más icónica del mundo.
La maestría de la mezcla en la creación del champán
Los enólogos prueban y seleccionan cuidadosamente diferentes porcentajes de Chardonnay, que aporta elegancia y frescura; Pinot Noir, que da estructura y complejidad; y Pinot Meunier, que añade una nota juguetona y afrutada. Cada uva aporta su carácter único, y es en la habilidad de los enólogos donde se encuentra la verdadera alquimia.
La elección de las proporciones en el ensamblaje tiene un impacto directo en el carácter del champán resultante. Un mayor porcentaje de Chardonnay puede generar un champán más ligero y floral, mientras que un dominio del Pinot Noir puede aportar profundidad y estructura. El ensamblaje también es el momento de decidir si se añadirá vino tinto para crear un champán rosé, o si se reservará una selección especial para un cuvée de prestigio, marcando un tributo a la excelencia y la exclusividad.