Clasificación del vino espumoso
Los expertos que trabajan en nuestras empresas exportadoras de vino saben que son muchas las personas que no tienen muy claro lo que es un buen vino espumoso. Estos pueden ser blanco, tinto o rosado, aunque lo más normal es encontrarse con vinos blancos. En cualquier caso, un vino espumoso es un vino con gas disuelto y dependiendo de su método de gasificación se pueden clasificar en varios tipos.
Métodos de gasificación
El método tradicional o Champenoise consiste en que una vez se haya embotellado el vino, se somete a una segunda fermentación para producir el famoso gas. Este proceso está considerado como el de mayor calidad y se usa tradicionalmente para elaborar el cava, el champagne y otros vinos espumosos que no están acogidos a ninguna denominación de origen de los mencionados anteriormente.
Con el método Charmat o Granvas la segunda fermentación se realiza en grandes tanques y cuando está gasificado es cuando se procede a embotellarlo. Aunque es más sencillo y más económico que el anterior, ofrece un resultado óptimo. Por último, está el gasificado. En este caso el gas se inyecta directamente en el vino de forma industrial. Las burbujas que se obtienen de esta manera son más gruesas y están menos integradas que en los procesos anteriores.
También hay que tener en cuenta las variedades con las que se elaboran este tipo de vinos, ya que van a aportar distintos matices. Por ejemplo, las variedades que se emplean en el champagne son normalemente pinot noir, pinot menier y chardonnay. En el cava son la parellada, xarello y macabeo, aunque también existen muchas más variedades que están autorizadas para elaborarlo.